El Domingo 3 de Diciembre de 1967 se realizó la inauguración oficial y la Misa Concelebrada por el Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Dr. Antonio Caggiano y diversas autoridades esclesiásticas, con la presencia del Presidente de la Nación, autoridades civiles y religiosas, jefes militares y de seguridad; embajadores y representantes extranjeros; delegados de todas las colectividades y vecinos de La Boca y de todos los barrios de Buenos Aires.
Al caer la tarde de ese día inolvidable, Nuestra Señora Madre de los Emigrantes tenía en la Argentina un hermoso Santuario librado a su veneración y culto; y los emigrantes de todas las razas, sus descendientes nacidos y por nacer en los tiempos, así como todos los argentinos de cualquier origen, un nuevo Santuario Mariano para honrar a la Santísima Virgen, esta vez en una de sus advocaciones más enternecedoras y de un hondo sentido ecuménico y fraternal: la de Madre de los Emigrantes.
EL PADRE ADELINO DE CARLI, párroco y motor principal de esta obra, en el primer repique de las campanas del hermoso Santuario.